Los diamantes se utilizan en gemoterapia para, en combinación con otras gemas y piedras, aumentar y magnificar sus propiedades curativas.
Estas piedras preciosas se emplean también para tratar a diabéticos, epilépticos, así como a los que padecen psoriasis.
También se ha demostrado la eficacia del diamante para tratar los problemas derivados de la menopausia.